Ingenieros en Dublin

Un año… ¡UN AÑO!, es lo que llevábamos esperando este viaje, y se dice rápido, pero un año son 365 días de 24 horas cada uno que tienen que pasar uno detrás del otro mientras ensayas, ensayas y vuelves a ensayar y pensando en verde. Eso si, un año no es nada (ni 20, que ya lo dice Gardel y nosotros…), comparado con los recuerdos que nos quedan ahora PARA TODA LA VIDA.

Dublin era el destino, y Dolce Choir el motivo, un Coro amigo que nos invitó a su casa y con el que pasamos una maravillosa noche de música (bueno, y después de la música de más cosas…).

Dos citas musicales nos esperaban en Dublin, un concierto con Dolce Choir y una Misa Cantada en Saint Mary´s Pro Cathedral. Mirad mirad que bien nos hemos portado, ahí todos formalitos, uniformados, en fila, en silencio cuando tocaba y dando el do de pecho cuando tocaba también, como gentes de bien que somos ;-)

Y pensabais que esto era todo no? Jajajaja cantar es la excusa que nos une, pero detrás vino un huracán de días de gloria y noches de pasión, guiness, bailoteo, risas, paseos por temple bar, selfies infinitos, alitas de pollo, tréboles, música en directo, bamba bamba, luces rojas, mucho verde… y muchos brindis por todo lo que es, y sobre todo por todo lo que será. De día puede decirse que nos comportábamos...

Pero luego ya llegaba la noche... ¡¡y de noche todos los gatos son pardos!!

Entre todas las visitas que hicimos, hubo una muy especial en la que pudimos ver el manuscrito del Hallelujah de Haendel que interpretamos con gran éxito en la Misa Cantada en Sant´s Mary Pro Cathedral.

Y entre todo esto también hubo tiempo para las compras de souvenirs… ¿Qué no veis el souvenir? Vaya, quizá es que es muy pequeño… ;-)

Gracias "presi", ¡un éxito de viaje!

El año que viene más!   (... y olé!)

Pronto podremos enseñaros la parte más seria del viaje en forma de video de los conciertos que ofrecimos en Dublin, pero mientras tanto, os dejamos con este pequeño anticipo...